En República Dominicana, las conversaciones abiertas sobre la salud menstrual son poco comunes. Sin embargo, dos organizaciones del sector financiero y empresarial están tratando de normalizar la salud menstrual en sus oficinas y en el país porque creen que “la menstruación no debería ser un tabú”.
AIRAC , una asociación de cooperativas de crédito, se convirtió en una de las primeras empresas del mundo en obtener la certificación de Lugar de Trabajo Positivo para el Período (PPW).
Después de obtener la certificación PPW, AIRAC apoyó el lanzamiento a nivel nacional de PPW en la República Dominicana. También alentó a su organización hermana, FENCOOP, a unirse al movimiento.
“La mayoría de nuestro equipo está conformado por mujeres”, afirmó Rosemayerli Martínez, Gerente de Comunicaciones de FENCOOP. “Por eso, para nosotras fue fácil convertirnos en PPW porque teníamos la motivación para hacerlo”.
Para AIRAC, la logística de convertirse en una trabajadora de higiene personal fue un poco más complicada, ya que comparten baños ubicados en el medio de su oficina. Sin embargo, esta logística no los desanimó. Una vez que AIRAC comenzó a suministrar productos para la higiene femenina, el impacto fue inmediato.
Este sentimiento de alivio se extiende más allá de los empleados de AIRAC a las mujeres y los invitados que a menudo visitan sus oficinas.
“Cuando las mujeres usan nuestros baños, no pueden creer que allí haya productos para la higiene menstrual”, comentó Iris.
Tanto AIRAC como FENCOOP también están trabajando para promover la salud menstrual fuera de sus respectivas oficinas. Por ejemplo, FENCOOP comparte información sobre la salud menstrual en línea y distribuye toallas sanitarias reutilizables en eventos públicos. Mientras tanto, AIRAC habla regularmente con otras cooperativas de crédito y empresas sobre la importancia de la salud menstrual.
Rosemayerli e Iris coinciden en que convertirse en PPW ayuda a las empresas a promover la conversación sobre las necesidades menstruales y dar un paso importante hacia la igualdad de género.
Rosemayerli e Iris coinciden en que convertirse en PPW ayuda a las empresas a promover la conversación sobre las necesidades menstruales y dar un paso importante hacia la igualdad de género.
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